Historias del agua

POZO DE LA CALLE DEL POZO

Situado en la conocida como "Calle del Pozo" actualmente C/ Virgen de la Encina, cuanta con un brocal de pieza única de granito, el cual se conserva en buen estado.

El agua se utilizaba para el ganado y limpieza de los hogares, ya que esta era sosa.

Debido a que se encontraba en le interior del pueblo su consumo era permanente. En los veranos se secaba, por lo que algunos vecinos no tenia horas durante la noche para sacar el poco agua que manaba.

Texto: Justo Bueno


POZO CANO. 

Se encuentra en la dehesa boyal, en las inmediaciones del camino de Montehermoso. El agua cana, de hay su nombre, es de muy buena calidad.

Es un pozo que merece la pena visitar, especialmente por el clásico brocal de granito de una sola pieza hecha a mano.

Era un pozo muy concurrido, ya que de aquí se abastecían las gentes que vivían en la dehesa (pastores, el guarda de la dehesa), labradores y los transeúntes que pasaban por este camino, que no eran pocos.

En las inmediaciones al pozo existía una pila de granito, donde lavaban la ropa las mujeres. 

Texto: Justo Bueno 


POZO DE LA LAGUNA NUEVA

Situado al noreste de la dehesa boyal, limítrofe con la finca la Marquesa y colindante con el camino vecinal que conduce a Valdeobispo.

Este pozo,  tuvo siempre un brocal muy bajo. Su agua no fue nunca acta para consumo humano.

El agua era utilizada por los labradores para mojar el bálago para hacer los vencejos con los que ataban los haces de los cereales durante su siega.

Texto: Justo Bueno


POZO LAS MORAS

Situado en el camino que baja al río, conocido como camino del Carril, debe su nombre a tres árboles de moreras que existían en sus inmediaciones.

Su brocal es de ladrillo con mortero, encañado en redondo hasta el fondo, de piedra de guijarro blanco.

Próximo al pozo existían dos piedras de granito, las cuales se utilizaban para apoyar las vasijas de barro mientras se llenaban de agua.

El agua, un poco sosa, se utilizada para consumo humano.

Texto: Justo Bueno


FUENTE DEL RIO. 

Situada en el río, en la zona conocida como "El Vao", era la fuente preferida del noventa por ciento de los vecinos por ser un agua de buena calidad y que nunca se secaba, incluso en los años mas secos.

Esta fuente se recupero de entre la maleza cuando se destino esta zona del río para baño, creándose en sus inmediaciones un merendero y zona verde.

Texto: Justo Bueno


La limpieza de estos pozos era realizada por varios mozos del pueblo, los cuales contrataba el ayuntamiento, por unas 150 o 200 de las antiguas pesetas. Se realizaba en primavera o primeros de verano y siempre en día festivo (San Antonio, La Accesión del Señor, etc), porque era cuando estos jóvenes estaban libres.

Ayudados de calderillas, sacaban el agua hasta agotarla y posteriormente se introducían en el pozo para sacar el lodo del fondo.


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